La vuelta al cole.

Ha empezado la vuelta al cole para los peques, o al "Insti", para quienes empiezan a ser mayores. Nuestras calles de Alcorcón se llenan en las horas puntas de esas personitas con mochilas, y por desgracia (¿por necesidad a veces?) de padres y madres estresados aparcando en doble fila para dejar a su prole en el colegio; también de muchos abuelos y abuelas, llevando de la mano a sus pequeños, con esa sonrisa que maquilla el cansancio de los años.

Los observamos, observamos sus mochilas, y nos preocupa su contenido. No el de los libros de texto, no el que les impartirán en las clases, sino el que se respira en el aire no siempre limpio de nuestros pueblos y ciudades. ¿ Y qué pintamos en todo esto las personas socias de AlcorEss y de tantas otras asociaciones y movimientos de la Economía Social, Solidaria, Sostenible? Algo pintamos, o sentimos el deber de pintar, porque el modelo por el que trabajamos no es en muchas ocasiones el que se respira en nuestro aire contaminado. Contaminado de consumismo inconsciente e irresponsable          ( esos adolescentes obsesionados por su ropa de marca, su móvil o tablet última generación, deslumbrados por lo que consideran signos de éxito: coches, casas, fama); de insolidaridad e indiferencia ante tantas personas excluidas y ante el deterioro galopante de nuestro Planeta; de recelo y rechazo de los "otros" ( de otras razas, culturas, religiones, orientación sexual) que lleva a parapetarse y endurecerse dentro de grupos cerrados y hostiles unos contra otros.

Los valores de dignidad humana, solidaridad, justicia social, compromiso por preservar el medio ambiente y nuestro Planeta, la democracia y participación horizontal de todas las personas, valores que son los cimientos de una sociedad regenerada: esos son los valores de la Economía Social Solidaria Sostenible que pretendemos difundir con la colaboración de nuestra Asociación.

Empieza la vuelta al cole, y hoy ,20 de septiembre 2019, los otros jóvenes levantan la voz, se unen y miran al futuro. Nos empujan, nos sacuden, nos interpelan. Hay motivos para seguir, y esos motivos tienen nombre de adolescentes que creen en la Utopia. Nosotras también.