El libro es siempre un buen motivo para celebrarlo un día, y todos los días. Los pensamientos, los sentimientos, las risas y las angustias, las historias, los sueños, lo mejor de nosotras en palabras, volcadas en los libros ¿ no es para dedicar un día a celebrarlo y todos los días del año a dejarnos acompañar por los libros?
Y los libros, las editoriales y las librerías son a veces algo más: son comunidad, resiliencia, utopía.
Para muestra, dos ejemplos en Madrid, este Madrid que tanta humanidad esconde detrás del ruido y los aspavientos.
La librería más joven, la Imprenta, en el número 5 de la Calle Monteleón, nacida en plena pandemia y haciendo frente a las plataformas digitales.
Era antes un taller de encuadernación, y antes una carbonería, desde hace un mes es una librería de un colectivo integrado en el Mercado Social de Madrid. Podemos encontrar poesía, ensayo, literatura infantil. Y mucha ilusión y esperanza.
Es también una editorial independiente.
Y una hermana mayor, otra librería y editorial independiente, con muchos años a sus espaldas, en la Calle Duque de Alba, 13.
Feliz día del libro. Sin olvidar a esos libreros y editores para quienes los libros son algo más que una mercancía para hacer un buen negocio