Su sistema de funcionamiento permitirá al pueblo guipuzcoano
decidir las tasas en función de los ingresos de sus ciudadanos o votar por las
obras e inversiones propuestas en el municipio.
El próximo año se renovara la web para consultar la cuenta
bancaria del Ayuntamiento en cualquier momento.
17/12/2014 - 18:55h
La economía del Bien Común es un modelo social alternativo que propone el beneficio social frente al lucro individual o la cooperación frente a la competencia. Y en ese ámbito la localidad gipuzcoana de Orendain tiene mucho que enseñar. De momento, es el único de Euskadi que se rige por esta filosofía para tomar decisiones municipales. Su experiencia y buenas prácticas en la aplicación de criterios de justicia social, sostenibilidad ecológica, participación democrática, dignidad humana y solidaridad local, sirven de ejemplo a las localidades cercanas de la zona de Tolosaldea que quieren seguir su camino. Han presentado sus avances no solo a nivel estatal, en los encuentros de municipios del Bien Común, sino a nivel internacional.
Oreindain se convirtió en Municipio del Bien Común a
través de una votación en la que pudieron participar todas aquellas personas
mayores de 16 años residentes en el municipio. El 90% de ellos se mostró
favorable al cambio. Desde entonces se esfuerzan por dotar al pueblo de un
sistema que permita fijar las tasas y progresividad
de ayudas en función de los ingresos de sus ciudadanos. Según sus previsiones
contarán con él para el próximo ejercicio.
Contagiar su filosofía a la empresas
También sacan a consulta
popular las obras e inversiones propuestas para el municipio. Los presupuestos
son participativos, los ciudadanos marcan sus prioridades y controlan los
movimientos de dinero del consistorio. En esta línea se enmarca el proyecto de
renovación de la web municipal, para que incorpore la cuenta bancaria del
Ayuntamiento. Van a crear su propio Índice de Calidad de Vida Municipal. Han
repartido un cuestionario entre todos los vecinos mediante el que recogen
también propuestas de acción. Una de sus preocupaciones se centra en la
atención de la población mayor que vive en caseríos apartados.
Pretenden contagiar su
filosofía de trabajo a las empresas asentadas en el municipio, pymes relacionadas con la agricultura y ganadería, que han
mostrado su interés por conocer esa gestión municipal marcada por la ética y
beneficio social.
Otras
localidades adscritas o afines a este movimiento internacional del Bien Común
propulsado por el divulgador económico y sociológico Christian
Felberson
Navalagamella en Madrid, Alboraya en Murcia, Muro de Alcoi en Alicante o Rubí
en Barcelona.
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